Inclusión financiera
La inclusión financiera se refiere al acceso de las personas y las empresas a una variedad de productos y servicios financieros útiles y asequibles que satisfacen sus necesidades y se brinden de manera responsable y sostenible (transacciones, pagos, ahorros, créditos y seguros). El acceso a los servicios financieros facilita la vida cotidiana y ayuda a las familias y las empresas a planificar todo, desde metas a largo plazo hasta emergencias inesperadas. Como titulares de cuentas, es más probable que las personas utilicen otros servicios financieros, como crédito y seguros, para iniciar y hacer crecer un negocio, invertir en educación o salud, gestionar riesgos, crecer, arriesgarse y resistir shocks financieros, lo que puede mejorar la calidad general de vida. Los beneficios de la inclusión financiera podrían ser particularmente marcados en América Latina y el Caribe donde el crecimiento es modesto y volátil, la pobreza y la desigualdad siguen siendo ingentes, la inversión y el ahorro son bajos y la informalidad está sin control.
Emprendimiento social
Los pequeños emprendedores pueden formar un emprendimiento social, siendo la puesta en marcha de una empresa cuyo objetivo final no es la maximización del beneficio económico, sino la creación de valor para la sociedad. América Latina está marcada por contrastes: es una de las regiones más ricas en recursos naturales del planeta, pero también es la región donde la desigualdad es más fuerte, marcado por la pobreza. Según datos de la CEPAL (una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas), desde finales de la década de 1990, los modelos de negocios sociales nacidos en el sudeste asiático comenzaron a llegar a América Latina, creando empresas exitosas que no solo resuelven problemas sociales, sino que también tienen modelos de negocios sostenibles. Si bien este campo brinda todas las condiciones necesarias para el desarrollo de este modelo, muchos desafíos surgen cuando un emprendedor quiere crear una nueva empresa social. Es así como surgió en 2014 una alianza colaborativa entre Ashoka, New Ventures México, Hystra, LeFil y La Agencia Suiza para la Cooperación y el Desarrollo (SDC): “Apoyando al emprendimiento social en América Latina”. Se trata de un programa de 4 años enfocado en impulsar el emprendimiento social como herramienta para la reducción de la pobreza en la región. Apoya a empresarios que trabajan en diferentes sectores para abordar diferentes características del problema, incluido el acceso a los alimentos, la creación de empleo, el acceso a la energía y los posibles servicios de salud. Por lo tanto, los emprendedores sociales que deciden trabajar en estos problemas se convierten en un impulsor directo valioso.
ONG emprendedoras
Las ONG también pueden emprender. Las ONG emprendedoras de nueva creación son organizaciones que catalizan el cambio, organizaciones que brindan nuevas soluciones, que descubren nuevas necesidades y diseñan nuevas soluciones, organizaciones participativas y más… La mayoría de las ONG nacieron de este impulso empresarial, pero muchas de ellas lo han perdido. Ser una entidad social emprendedora significa desarrollar un conjunto de acciones hipotéticas: reconocimiento de oportunidades para mejorar necesidades sociales y problemas de la sociedad, identificación de actividades a emprender para satisfacer esta necesidad, superar resistencias y obstáculos, obteniendo recursos económicos, materiales y personales para iniciar e implementar la iniciativa y sacar lecciones de ellos para hacerlo mejor.
Microempresarios
Ser emprendedor significa emprender uno mismo. Esto implica tomar decisiones, asumir riesgos y obtener beneficios de una actividad de la cual eres el principal responsable. A los pequeños empresarios se les llama microempresarios. El éxito de la empresa depende de hacer bien el trabajo, ser ordenado con el dinero y tener buen servicio al cliente. Por lo general, las pequeñas empresas están dirigidas por una familia, por lo que deben de estar organizadas porque de ellas dependen muchos miembros de una misma familia.
Aunque la mayoría de los pequeños empresarios en América Latina se consideran pobres, quedan muchas preguntas sin respuesta sobre la naturaleza de su pobreza. El sector de las microempresas es económicamente importante y proporciona más de la mitad de los puestos de trabajo en la mayoría de los países de América Latina. Para determinar si un trabajador es pobre se aplican dos medidas. Se determina si su ingreso personal está o no por debajo de la línea de pobreza y se determina si el ingreso per cápita total de la familia a la que pertenece el trabajador se encuentra por debajo de la línea de pobreza establecida para el ingreso per cápita. Los esfuerzos por reducir la pobreza deben centrarse en los empleados de las microempresas y en los autoempleados. Juntos, estos dos grupos contienen casi la mitad de todos los trabajadores, y una relación desproporcionada de un 70% de todos los trabajadores pobres.
Métodos de educación financiera para pequeños empresarios
MAE (Método de Aceleración Empresarial)
El MAE (Método de Activación Empresarial) es un programa enfocado en la transformación de la mentalidad empresarial. Este busca desarrollar un pensamiento estratégico para la administración y la gestión eficiente, por medio de un liderazgo que responda a las exigencias del entorno y a la proyección, innovación y sostenibilidad.
Micro MBA (Modelo Basado en Acciones Empresariales)
El Micro MBA es otro programa de capacitación empresarial innovador adaptado a las realidades de las microempresas en el sector informal en los países en desarrollo. Inspirado en la metodología de los MBA, el Micro MBA estimula y desarrolla el emprendimiento y genera buenas prácticas empresariales. La característica principal es su capacidad para generar cambios en las personas y las empresas. Busca lograr la transformación de la mentalidad de los gerentes, potencializar las habilidades gerenciales, acelerar el proceso de crecimiento y sostenibilidad del negocio. Un empresario con potencial para estar en el Micro MBA comprende su modelo de negocio, quiere fortalecer habilidades para ser mejor líder para su equipo de trabajo, se adapta al cambio y ve su negocio como proyecto de vida.
Carreras tecnológicas
Los programas técnicos de educación superior pueden ser una herramienta muy eficaz en tiempos de crisis como la pandemia de COVID-19, donde millones de personas en los países de América Latina y el Caribe requieren formación profesional y la adquisición de nuevas habilidades para una integración exitosa al empleo formal y el mercado laboral. La pandemia ha golpeado duramente a la región, provocando una desaceleración económica sin precedentes y una fuerte caída del empleo y la producción en un momento de profundo cambio en el mundo del trabajo. En este contexto, el aporte de las tecnicaturas o carreras terciarias, usualmente de dos o tres años de duración y orientadas al mercado de trabajo, pueden ser de gran utilidad en la creación de empleo, ya que brindan oportunidades de empleo relativamente rápido y bien remunerado, según el reporte “La vía rápida hacia nuevas competencias: programas cortos de educación superior de América Latina y el Caribe” del Banco Mundial. Con este fin, los países de la región deben promover la expansión y mejora de la calidad de estos programas para llegar a más personas y ayudar a generar el capital humano necesario para una rápida recuperación y crecimiento económico. Para promover el desarrollo de programas técnicos y mejorar la calidad de la educación, es importante implementar las políticas adecuadas. Esto permitirá que las carreras técnicas alcancen su máximo potencial.
Bibliografía
https://www.facebook.com/watch/?v=2901415796772532
https://www.micromba.fundacioncarvajal.org.co/
https://cuidatufuturo.com/sabes-microempresario-aqui-te-ensenamos/
https://ongexcelente.org/2019/01/09/emprendimiento-social-desde-las-ongs/
https://disruptivo.tv/sin-categorizar/emprender-para-reducir-la-pobreza/
https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2021/09/28/short-cycle-programs-latin-america